Smithsonian bajo la propuesta de Trump
El mandatario estadounidense, Donald Trump, ha presentado un plan ambicioso para cambiar el enfoque educativo y cultural del Instituto Smithsonian. A través de una orden ejecutiva, pretende eliminar lo que considera «ideologías inadecuadas» en museos, centros de investigación y demás actividades que promueven narrativas no acordes con los valores tradicionales de Estados Unidos. Esta propuesta forma parte de su esfuerzo por combatir lo que él describe como un intento «coordinado y extendido» para distorsionar la historia de la nación.
Trump se ha manifestado claramente en contra de lo que percibe como un «adoctrinamiento ideológico» presente en distintos ámbitos de la sociedad, particularmente en el campo educativo y cultural. Con esta orden, busca que los museos y otras entidades educativas del Smithsonian se transformen en lugares dedicados únicamente al aprendizaje basado en hechos concretos, evitando la influencia de narrativas polémicas o ideologías progresistas que, a su juicio, han alterado la historia de Estados Unidos.
Trump ha sido un crítico abierto de lo que considera un «adoctrinamiento ideológico» en diversos sectores de la sociedad, especialmente en la educación y en la cultura. A través de esta orden, pretende que los museos y otras instituciones educativas del Smithsonian se conviertan en espacios dedicados exclusivamente al aprendizaje basado en hechos objetivos, sin las influencias de narrativas divisivas o ideologías de izquierda que, según él, han distorsionado la historia estadounidense.
El presidente Trump ha manifestado su desacuerdo con ciertos enfoques adoptados por museos como el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana, el Museo de Historia de la Mujer y el Museo de Arte Americano. Según Trump, estos lugares no deberían ser utilizados para promover una visión «sesgada» de la historia, sino para proporcionar una representación equilibrada y precisa de los hechos que han moldeado el país. Además, Trump ha expresado su oposición a la revisión o eliminación de estatuas y monumentos históricos, especialmente aquellos que honran a figuras de la era confederada. En su orden ejecutiva, ha solicitado que se restaure todos los monumentos que fueron retirados a partir de 2020, año en que resurgió el movimiento Black Lives Matter tras la muerte de George Floyd.
Respecto a las políticas de los museos, el plan de Trump pretende asegurar que estos espacios no fomenten agendas ideológicas que, en su opinión, causen división entre los estadounidenses. Esto abarca garantizar que el Museo Nacional de Historia de la Mujer celebre a las mujeres de manera apropiada, sin incorporar ideologías de género que él considera inapropiadas.
El presidente también ha manifestado su compromiso de asegurar que las futuras generaciones puedan acceder a una narrativa histórica que sea leal a los principios originales del país. Como parte de este esfuerzo, ha instruido la preparación de mejoras para el Salón de la Independencia en Filadelfia, con el fin de conmemorar adecuadamente el 250 aniversario de la firma de la Declaración de Independencia en 2026.
El presidente también se ha comprometido a garantizar que las futuras generaciones puedan disfrutar de un relato histórico que sea fiel a los principios fundacionales del país. Como parte de este esfuerzo, ha solicitado que se preparen mejoras para el Salón de la Independencia en Filadelfia, con miras a conmemorar de manera adecuada el 250 aniversario de la firma de la Declaración de Independencia en 2026.
Aunque el Smithsonian es la institución educativa y cultural más grande del mundo, con 21 museos y el Zoológico Nacional, Trump ha manifestado que no puede permitirse que continúe la tendencia de promover ideologías que no reflejan la verdadera historia de Estados Unidos. Este enfoque tiene como objetivo restaurar lo que él considera una representación más fiel y objetiva de la historia estadounidense en el ámbito cultural.
El impacto de estas decisiones podría ser significativo, ya que muchos de los museos bajo la dirección del Smithsonian se han convertido en importantes centros de discusión sobre temas de justicia social, raza y género, áreas que Trump y muchos de sus seguidores consideran demasiado politizadas. Sin embargo, esta iniciativa refleja una visión conservadora de la cultura, que se encuentra en franca oposición con los enfoques progresistas que han dominado muchos de estos espacios en las últimas décadas.